La era digital se ha convertido en un sinónimo de transformación y prácticamente todos los sectores han tenido que adaptarse. La función financiera de una empresa está en constante estado de transformación, y supone una parte vital de su crecimiento y sostenibilidad.
Hoy en día, la función financiera va mucho más allá del control, la planificación y la presentación de informes típicos de los recursos financieros.
Juega un rol estratégico en el desarrollo del negocio y en la consecución de los objetivos globales. La gestión financiera no solo apoya los procesos clave de la organización: es un auténtico impulsor del crecimiento.
La función financiera consiste en valorar si una empresa debe realizar más inversiones en activos fijos o no. Consiste en gran medida de la asignación de los gastos de capital de una empresa a lo largo del tiempo, así como de las decisiones relacionadas, como la financiación de las inversiones y el reparto de dividendos.
Dependiendo de los plazos, la función financiera se puede clasificar en corto, medio o largo plazo.
En general, el director financiero (CFO) es responsable de administrar las finanzas de una organización. Como una parte integral de la gestión general, el director financiero trabaja para optimizar la empresa mejorando la eficiencia, reduciendo los costes y proponiendo nuevas estrategias.
Debe ser excelente en la toma de decisiones y saber responder con rapidez a un panorama financiero que se haya en constante cambio: imaginemos mercados volátiles y entornos regulatorios complejos en constante transformación.
En esta era digital, sin embargo, un conocimiento profundo de las finanzas no es suficiente.
Las empresas han de aprovechar la tecnología para abordar los problemas actuales y hacerlo con un equipo de profesionales bien equipados. Los miembros de esos equipos deben tener excelentes habilidades analíticas y sentirse cómodos utilizando tecnologías de vanguardia.
La transformación digital o tecnológica es un proceso que se produce en varias etapas. En términos generales, comienza con la evaluación de las necesidades de los diferentes departamentos.
Esto se hace mediante un análisis de los procesos actuales y una medición de su eficiencia, agilidad y nivel de automatización. Estos parámetros pueden ser factores decisivos a la hora de responder a las necesidades del cliente.
Además de una evaluación de los procesos, existen otras formas de ser más eficientes y de reducir los costes. Por ejemplo, definir el modelo financiero de la organización es esencial. Un ejemplo de ello es un modelo centralizado, favorecido por las instituciones bancarias. Sea cual sea la ruta que elijamos, decisiones estratégicas como estas son primordiales para dirigir un negocio con éxito.
Una vez que se hayan analizado los procedimientos y se haya establecido con éxito un modelo, es hora de analizar más de cerca las soluciones tecnológicas que pueden transformar nuestro negocio.
La planificación de recursos empresariales (ERP) es un software de gestión de procesos empresariales que se utiliza para administrar las actividades comerciales diarias. En concreto, SAP S/4HANA está reconocido como uno de los más avanzados del mercado.
No, no es suficiente. Hoy en día, las organizaciones necesitan aprovechar al máximo la tecnología más novedosa, como el blockchain, el aprendizaje automático y la automatización de procesos robotizada. Con estas tecnologías podremos desarrollar soluciones propias con las que obtener ventajas competitivas. Tanto SAP S/4HANA como las otras soluciones de SAP facilitan la forma en que se administran estas organizaciones, pues ofrecen la tecnología más disruptiva que tenemos a nuestra disposición en la actualidad.
Hay muchos procesos financieros que pueden volverse más eficientes gracias a la transformación digital. Algunos de ellos son:
Hay muchos procesos financieros que pueden volverse más eficientes gracias a la transformación digital. Algunos de ellos son:
Conclusiones
La implementación de ERP y otras tecnologías asociadas requiere que las empresas cuenten con el apoyo de empleados altamente cualificados, así como partners estratégicos como, por ejemplo, empresas tecnológicas especializadas.
Es vital que estos socios tecnológicos apoyen a los usuarios de la empresa y sus sistemas con servicios de alto valor añadido como la gestión del cambio, la oficina de gestión de proyectos estratégicos (PMO) y el propio control de calidad.
NTT DATA apoya a las organizaciones en cada etapa del proceso de transformación digital. No solo es un proveedor de servicios, sino que se convierte también en un verdadero socio estratégico.